Recuerda: Unas TÉCNICAS DE ESTUDIO adecuadas mejoran el aprendizaje y sus resultados. Para que el tiempo que invertimos en el estudio sea efectivo es necesario conocer y seguir las fases del estudio:
1. Prelectura: primer vistazo al texto para tener una idea general.
- Ubicar el texto, ver en general, lectura rápida, idea general.
2. Lectura comprensiva: leer detenidamente el texto.
- Lectura lenta, vocabulario, dudas, gráficas, tablas, mapas...
3. Subrayado: destacar mediante un trazo las palabras claves.
- Señalar ideas más importantes, no más de dos colores.
4. Esquema: jerarquizar las ideas del texto.
- La estructura del texto, palabras clave, subapartados.
5. Resumen: redactar con brevedad los puntos importantes del texto, utilizando como guía las palabras clave subrayadas.
- Sintetiza el contenido del texto.
6. Memorización: grabar los conocimientos en la memoria para luego poder recuperarlos.
- Releer, recitar, explicar con tus palabras, examen de prueba.
7. Repaso: comprobar si se han integrado y asentado nuestros nuevos aprendizajes.
- Repasar con tiempo antes del examen para consultar las dudas.
Lo más importante para hacer algo que cuesta es tener un buen motivo para realizarlo. La motivación podría definirse como aquella fuerza que nos mueve a hacer algo a pesar de las dificultades. “Querer es poder”.¡Ánimo!
Recuerda: Unos HÁBITOS DE ESTUDIO adecuados requieren:
A.- Motivación Motivos por los que me interesa trabajar y estudiar a diario. Saber qué quiero y qué he de hacer para conseguirlo.
B.- Organización Para estar bien organizado debo:
Usar adecuadamente la agenda (es un documento escolar).
Elaborar y seguir un horario diario y fijo de deber y estudio.
Conseguir un ambiente de trabajo y estudio adecuado.
Realizar una correcta planificación del tiempo.
C.- Constancia Estar motivado y bien organizado me ayuda a ser constante en los deberes y en el estudio.
Los hábitos requieren de un entrenamiento sistemático. La tarea de estudiar y aprender constituye uno de los hábitos fundamentales en el proceso de aprendizaje del ser humano. En la medida en que se adquieren los hábitos, el organismo acaba por predisponerse a realizar las tareas rutinariamente aprendidas, con la frecuencia marcada por el hábito.
La realización de actividades de organización y planificación del estudio facilita las condiciones óptimas para aprender.
La inexistencia de hábitos en la organización y planificación del estudio producen efectos negativos en el aprendizaje:
- pérdida excesiva de tiempo
- mayor propensión a la distracción
- sobreesfuerzo añadido por falta de regularidad horaria en el estudio y ambiente físico inadecuado
- acumulación de contenidos para el último momento
- olvidos de las materias más difíciles o menos atractivas
- mayor dificultad en los momentos iniciales del estudio
Es fundamental para el estudio eficaz disponer de una buena organización de los recursos materiales y disposición de los medios físicos, así como saber planificar el esfuerzo personal para aprovechar mejor el tiempo y obtener mejores rendimientos.
La organización hace referencia a la disposición armónica de los elementos materiales y personales necesarios para obtener la mayor eficacia en la consecución de los objetivos establecidos. En el caso del estudio es necesario ordenar y adecuar el lugar de estudio a las peculiaridades y necesidades de cada persona. Pautas organizativas:
- estado relajado y actitud positiva hacia el estudio
- postura corporal adecuada y distancia adecuada ojos-texto
- lugar fijo y habitual para el estudio, silencioso, sin distractores, bien iluminado y ventilado, con temperatura de 22º aprox., mobiliario confortable
- disponer de todos los materiales y recursos necesarios
- evitar escuchar música, radio o TV
El estudio debe planificarse para lograr la mayor eficacia en el aprendizaje y dosificar el esfuerzo personal. Para ello es aconsejable elaborar un plan de trabajo en el que se concreten las acciones a realizar con la periodicidad adecuada. El plan diario o semanal de estudio distribuye los tiempos de estudio, descanso, ocio y otras actividades personales en el día o la semana para lograr una mayor rentabilidad al esfuerzo personal en el estudio. La dedicación regular y sistemática de un mismo número de horas diarias al estudio contribuye a fortalecer el hábito.
Para planificar el estudio adecuadamente tenemos que tener en cuenta:
1) La persona
- nuestras cualidades, capacidades, hábitos...
- nuestras debilidades, dificultades...
- recursos personales y materiales (apoyos)
- objetivos realistas (a corto, medio y largo plazo)
¿Estudias para aprobar un examen (memorización a corto plazo) o para aprender y en consecuencia aprobar el curso (memorización a medio y largo plazo)? La planificación del tiempo y del esfuerzo que invertimos en el estudio está en función de cuál sea nuestro objetivo.
2) La materia
- el grado de dificultad de la materia (objetivo y subjetivo)
- la amplitud de la materia (número de temas, de páginas...)
No todas las materias presentan el mismo grado de dificultad para nosotros y por tanto unas requieren más tiempo, recursos y esfuerzo por nuestra parte que otras.
3) El tiempo disponible
- previsión del tiempo necesario / tiempo disponible
- tiempo dedicado a otras actividades o materias...
- cómo rentabilizar el tiempo disponible (organización)
Es importante aprender a organizarnos para aprovechar al máximo el tiempo del que disponemos. Para ello debemos tener en cuenta qué actividades ocupan nuestro tiempo, cuáles son imprescindibles, cuáles tiene un horario fijo, cuáles pueden variar según las necesidades del momento, etc.
El plan de estudio debe ser:
- flexible, debe admitir cambios.
- controlado, debe revisarse periódicamente.
- adaptado, debe adecuarse a las características de cada uno (capacidades, estilo y ritmo de aprendizaje, dificultad de las materias, etc.)
- realista, debe ser práctico y realizable.
- equilibrado, debe existir proporcionalidad entre el tiempo dedicado al estudio, al ocio y al resto de actividades habituales.
- completo, debe incluir la totalidad de las materias objeto de estudio.